“Búscate un laburo que te guste y nunca trabajaras” le dijo Albert Einstein alguna vez a un sobrinito. Se refería obviamente a la vocación, y que importante es tener una vocación y poder dedicarse a eso. Asimismo, uno muchas veces hace cosas que piensa que por ahí no están bien, pero que le terminan generando cierto placer. La verdad es que con el correr de los años me di cuenta que mi vocación no era socialmente aceptable, mi vocación era ser buchón.
Y esto fue algo que comenzó de pequeño, cuando jugábamos a la escondida yo solía delatar a mis compañeros revelando el lugar en el que se escondían. También me gustaba dejar en evidencia a mi hermano, yo le contaba a mamá que él escondía revistas pornográficas y cigarrillos entre las ropas.
En la escuela solía mandar al frente a mis compañeros que se macheteaban y así fue como perdí las amistades, mis amigos dejaron de hablarme, comenzaron a ser muy hostiles conmigo, me quedé solo, pero no depuse en mi actitud y me di cuenta de que tenía un futuro, yo odia ser buchón.
Cuando me di cuenta de que yo era un buchón solo se me ocurrió una cosa: ser el mejor buchón, y para eso me sigo preparando, y te invito a vos, amigo lector, a que te unas también a esta actividad bien remunerada que te brinda la satisfacción de colaborar con las autoridades delatando los delitos, infracciones y contravenciones que cometen las personas que conozco
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