Los desesperados manotazos de ahogado del gobierno local

Las cosas no eran como antes, los momentos felices del gobierno, si se quiere, "isleño", aunque pocos sabes que eso tiene poco de cierto,pasaron .Incluso fuentes reservadas afirman la existencia de negociaciones con el gobierno de Nueva Palmira, Uruguay con la idea de vender cual Alaska, las islas de Entre Rios a Uruguay.

Pero la cosa es que falta para las elecciones y no hay muchas formas de mantenerse en el poder si no se tiene un plan, o al menos dinero. Muchas planes circularon por la mesa oval del gobierno, muchos alocados, otros inexplicablemente dificil de aplicar (dar trabajo a los pobres, reducir los impuestos a la industria y fomentar de verdad el turismo) y finalmente uno que gusto: utilizar el emprendimiento artesanal "dulzuras de la isla" para gestar un plan de pelicula: ponerle sustancias modificadas químicamente para que actúen en el cerebro y hagan pensar a la gente que todo está bien y que nada malo esta pasando.

Era una tarde fría de invierno y unos de los controlantes del poder se prestaba a pagar un jugo concentrado Mijú de 500 cm3 en un conocido almacen de zona cuando una de las vecinas pronunció la frase que le daría luz al plan: "que felíz me pondría comer algo dulce". Esa era la clave, darles algo rico para que se entretengan, que los haga olvidar. Pero qué era eso rico que podía lograr tal cosa. Y en ese mismo instante se acordó de aquel emprendimiento al cual se le había negado la licencia por la dudosa calidad de sus productos. De inmediato se puso en comunicación con sus pares y llamo urgente a un reunión. El plan gustó y se puso en práctica de inmediato: primero le otorgaron la licencia a este emprendimiento artesanal, luego lo fondearon a modo de "microcrédito" para que el mismo tenga impulso,  y finalmente echaron mano a la química y crearon una sustancia capaz de crear ese efecto "todo bien" en la mente de quien lo consuma. Las pruebas en animales de la zona como carpinchos, girafas y monos dio muy bien, por lo que los productos se lanzaron a la venta, teniendo los resultados esperados, o incluso mayores a los esperados por sus gestores. 

Cuáles serán los pasos a seguir, ni ellos lo saben, nunca lo supieron, pero lo claro es que la nuez pecan acaramelada pega como la mejor.

PD: no nos gusta la nuez acaramelada.