viernes, 23 de octubre de 2009

Juan Carlos Superman, alias el Negro - Sexta entrega


Las cosas seguian mas o menos iguales. Mi español seguía mejorando, la pronunciación de "boludo" era tal cual la de un porteño, y la de "tengo la pija re grande", era la mejor, mi latiguillo.
El show había mejorado mucho, me entendía bastante bien con el enano, a quien yo revoleaba por el aire e iba a parar a un punto específico del escenario, las primeras pruebas fueron bastante desastrozas, despues de varias fracturas expuestas del enano, la cosa comenzó a mejorar. Puede decirse que tenía algunos amigos ahí, excepto el dueño del circo, que por considerarme un fenómeno, no soltaba nunca le grillete de mi talón, -te pueden secuestrar-, decía el grandisimo hijo de puta. En efecto, una tarde callo un grupo armado al circo, que trataron de secuestrarme, por un momento le creí al dueño del circo, hubo un enfrentamiento armado y cuerpo a cuerpo, el travesti que hacia de mujer barbuda noqueó a tres de estas personas en casi un solo golpe, fue impresionante, pero un disparo en la rodilla produjo su caída, y ya no pudo defenderme. Eran personas raras, no parecían maleantes, sino mas bien parecían policías, sus camperas decia algo así como "protección contra inmigrantes africanos", no sé en realidad lo que significa. Finalmente no pudieron secuestrarme, pero amenazaron volver, por lo que tuvimos que mudarnos.
A pesar de todas esas personas que estaban en el circo, a pesar de todas las personas que me garchaba por semana, incluidas las lindas madres de los chicos que entretenía en mi trabajo de payaso negro... que madres tan lindas. A pesar de todo eso, estaba solo, acostumbrado en mi tribu a tener muchas mujeres, mas de cinco en cualquier momento, era una situación fea. Pero la cosa cambio un poco.
Una noche de show, en la que tuve una muy buena performance, vi que en las gradas estaba una morena muy linda, muy alta, acompañada por otra mujer, blanca, pero de menor estatura. Llamaba mucho la atención, porque le sacaba una cabeza a cualquiera, y se llevaba las miradas de todos. Di mi espectáculo y al dar mi saludo final, miro hacia las gradas y veo que ella me estaba mirando fijamente, no aplaudía, pero miraba de una forma sugestiva. Me quedé pensando, debía actuar rápido. Al terminar el show, fuí a la salida y la intercepté, se vió un poco sorprendida por la especie de asalto, pero el miedo se le fué muy rápido. Con el mejor español que pude, le pregunté como se llamaba:-Corina-, me dijo, bello nombre, nunca lo había escuchado, me dijo que sus padres eran de Nigeria y que ella había venido desde muy chica, por lo que hablaba el español nativo. Le pregunté si quería salir un día, increíblemente dijo que si. Nos despedimos con un simple "chau".
Las cosas empezaban a cambiar, no sabía como hiba a hacer con el dueño del circo para salir a ver a la chica, debería fingir tener un nuevo trabajo, no lo sé, se vería en el momento. Lo importante, es que nuevamente me sentía contento, tan contento que le iba a ser el favor al travesti barbudo, que hace tanto tiempo que quería que le dé murra, el travesti barbudo... gran personaje.

Hasta la proxima entrega.

El negro

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