En momentos en que todos se hacen eco del rescate de los 33 mineros chilenos yo me indigno, mientras todos festejan, yo no festejo. Este acontecimiento es un triunfo para la derecha chilena, encarnada por el pinochetista Sebastián Piñeira, soldado del imperialismo. Chile es de derecha y no se merecía este final feliz, sino pagar por sus crímenes de lesa humanidad
Además, en estos días, los fascistas trasandinos insultaron a nuestra excelsa Presidenta queriendo extraditar a un luchador de los 70´ solo por ser de izquierda.
Asco me genera todo el show y los millones que se gastaron en rescatar a treinta y tres chilenos que podrían haber sido utilizados para la creación de museos de la memoria chilenos, pero claro, como los mineros sobrevivieron, Piñeira, con su casquito ridículo, queda como defensor de los trabajadores, patético, todos sabemos que es un cerdo burgués. Acá los únicos países que piensan en los trabajadores son los gobiernos nacionales y socialistas de Kirchner, Chávez, y Evo, los demás son genocidas lacayos del imperio. Que se ahoguen en su propia sangre. Esta vez, Dios no estuvo de nuestro lado.
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